¿Por qué nos cuesta tanto conseguir nuestros objetivos?
Enero es el mes en el que nos planteamos objetivos personales y profesionales de cara al año nuevo pero que se abandonan en las primeras semanas del año. Si estás a punto de tirar la toalla, sigue leyendo y verás como este año puedes mantenerlos y cumplirlos.
Según algunos estudios, más del 90% de las personas que arrancan el año con la ilusión de cumplir ciertos propósitos u objetivos que acaban abandonando en los primeros meses. La motivación es muy alta en el momento en el que marcamos nuestros objetivos pero el día y la rutina absorben nuestra motivación y buscamos excusas para dejar a un lado nuestros propósitos.En psicología, este fenómeno se conoce con el nombre de disonancia cognitiva. Este concepto explica el conflicto que se genera cuando tenemos dos pensamientos o ideas incompatibles, lo que nos genera un estado interno de tensión o cierta insatisfacción.
Por ejemplo, uno de nuestros objetivos es ponernos en forma para eso nos hemos apuntado al gimnasio pero en el momento de salir de casa para ir al gimnasio suelen aparecer ideas (o excusas): hace frío, estoy cansado… que le ganan la partida a nuestro objetivo. Y una vez esto pasa, para no sentirnos tan mal reducimos la disonancia cognitiva para justificar nuestra decisión. ¡Error! Al reforzar con nuestros pensamientos ese comportamiento, aumentará la probabilidad de que se repita, y por lo tanto terminaremos pagando un gimnasio al que no iremos, ni hoy, ni mañana, ni en todo el mes.
El cambio de actitud y la instauración de hábitos para conseguir nuestros propósitos y objetivos personales o profesionales requiere de cierto esfuerzo, y en muchas ocasiones, no es un camino fácil. Sin embargo, la buena noticia es que es posible.
Cada día que se te cruce un pensamiento que te aleje de tu objetivo, piénsalo dos veces y lucha contra él.
10 consejos para cumplir tus propósitos de año nuevo
1. Fija objetivos alcanzables
Una cosas es querer ponerse en forma y otra ser pretender ser jugador de fútbol profesional si estamos rozando ya la cuarentena. inalcanzable nos frustran. Los objetivos del tipo “todo/nada” o “nunca/siempre” suelen ser poco alcanzables.
2. Marca un plazo temporal
Si el objetivo es a largo plazo, establece hitos intermedios: si nuestro propósito es bajar 10 kg es un año, podemos establecer bajadas de peso progresivas cada mes.
3. Recompénsate
Disfruta de la consecución de los objetivos intermedios o metas a corto plazo. La recompensa puede ser material (un detalle que nos apetezca tener) o inmaterial (refuerzo positivo de nuestros pensamientos).
4. Comienza poco a poco
El método kaizen ilustra que en el momento en que nos ponemos en marcha, es más sencillo continuar para ir incrementando poco a poco el esfuerzo. Para instaurar el hábito del deporte, al principio puedes comenzar por andar 10 minutos al día y posteriormente ir subiendo los minutos.
5. Establece un propósito claro
Aunque hayas identificado varios aspectos que nos gustaría mejorar, es preferible ir a por todas con uno, y no a medio gas con cuatro.
6. Haz que tu objetivo sea concreto, específico y medible
Delimitar el objetivo hace que sea más fácil tener claro lo que queremos hacer y cómo queremos hacerlo. Hay una diferencia entre “mejorar la comunicación con mi familia”, y “aumentar el tiempo que dedicamos a conversar en casa en 10 minutos después de cenar, al menos dos veces a la semana”.
7. Conoce por qué quieres alcanzar tu objetivo
Preguntate por qué y analiza lo que quieres conseguir para encontrar la motivación y la ilusión que necesitarás en el camino. Si no sabes por qué quieres llevar a cabo ese objetivo es más probable que abandones.
8. Establece un plan de acción
Construye un plan con acciones específicas y detalladas que te ayudará a mantenerte en el camino para lograr tus objetivos y que puedas consultar cuando tengas dudas.
9. Busca aliados que te apoyen
Comparte tus objetivos con personas de confianza (familia, amigos, etc.), para que puedan ayudarte a llevar a cabo tu objetivo.
10. No dejes de intentarlo
Si fallas, vuelve a intentarlo. Roma no se construyó en un día, así que no dejes de perseverar.